Ilustrações: divulgação
05 julho 2013
Frederico Füllgraf - "Estrés pós-traumático"
Fotos - AP, divulgação
Diálogo nada improbable sobre un acto heroico.
Octubre del 2010, una villa minera en Atacama, Chile.
Suena el teléfono en casa de uno de los mineros rescatados.
Suena el teléfono en casa de uno de los mineros rescatados.
- Samuel, ¡te llaman desde el extranjero!
- ¿Quien es?
- Un señor, dice llamarse Estíbe… Estíbe Yópse, algo así… debe de ser argentino por el acento djjjj… de los italianos…
- ¿Hola, quién?
- Mr. Araya?
- ¡Hablando! ¿Quién?
- Steve Jobs, California, America!
(Araya tapa el fono, exclama para la esposa: - Chola, América, dice el cabro, como si no fuéramos también de acá… – ¡que chocho!)
- Hello, mister Araya?
- Hablando…
- Have you got…
- ¿?
- (Oh, shit, fagot the guy is spaniard!..) - Hold on, just a moment!…
(ruídos en la línea…)
- Hola, señor Araya, le habla Necio Corvalán, en nombre del presidente de la empresa más grande de teléfonos inteligentes del planeta…
- ¿Corvalán? ¡A la putcha! ¿Pariente del finado compañero, aquel?
- ¿Cómo dice?
(silencio)
- - Perdón, olvídese, ya veo que es muy joven, no se acuerda…
- - Pero sí nos acordarmos de preguntarle si está contento con el Iphone que le enviamos como bienvenida a la superfície…
- - ¿Ái quanto, dice ud.?
(otra vez silencio…)
- - Señor Araya, mi empresa le mandó un teléfono celular de última generación, y…
- - Hombre, ¡muchas gracias! Pasa que todavia no abrí los paquetes, son muchos los brindis, me entiende… Sesenta y ocho días…
- - Verdad, uds. son recordistas, se merecen una página en el Guiness…
- - Es lo que dicen, pasa que nadie avisó que sería una competición…
- - Pero ahora le damos el premio…
- - ¿Conoce las minas, ud.?
- - No, felizmente…, digo: infelizmente… Soy de Santiago – Santiago de Cuba…
- - Discúlpeme, ¿de Cuba, dice? ¡Un día quiero irme allá!
- - ¡Olvídese de esa isla asquerosa!
- - ¿Pero por quéeeee? Tan linda gente… ¿Y ud. por qué la encuentra asquerosa?
(mutismo)
- - Oiga, Corvalán, volviendo al tema de la mina, le explico que el mundo sería un agujero negro sin el cobre que le sacamos a la cordillera…
- - Ah, los cables, claro… ¿Cómo la pasaron allá, abajo?
(silencio elocuente)
- - Señor Araya, ¿sigue en línea?
- - Escúcheme, Corvalán, tengo que despedirme, me regalaron un viaje a Grécia, me voy con mi mujer… Eso que nunca supimos qué Chile hay al sur de La Serena… Ella está loca por irse, pero basta imaginarselo y a mí me duelen los excesos de luz en los ojos…
- Pero en CNN se parecía bárbaro con aquellos anteojos design …
(silencio más pesado)
- - Oiga, senõr Araya…
- - Corvalán, le explico que celular ya lo tengo, lo tenía todo el tiempo conmigo en la mina, pero no había señal…
- - Ahora no habrá más cuestión, Araya, porque justo le mandamos un Iphone con señal amplificado y alimentado por célula fotovoltaica – ¿solar, me entiende?
- - Compadre, pero si no hay un pendejito de sol en aquel agujero de 700 metros! Si fuesen cargables con cobre por lo menos hubiéramos sacado más de los retratitos…
- - Formidable, en eso estaba… – retratos, fotos!
- - ¿Cómo dice?
- - Sí, le quería pedir que mande unas fotos del instantáneo de su arribo a la superfície, si quiere, de Grécia también, por supuesto… Sobre los derechos hablamos enseguida…
- - Perdoneme, Corvalán, es que enseguida tengo que irme derechito a la cama, ¿se fija la hora, no? Aparte no tendré un peso pá pagar la cuenta del aparato ese…
- - Señor Araya, ¡espere! No le cuesta un grano y es por vida, puede usarlo cuanto quiera y por nuestra cuenta, en compensación le pedimos exclusividad…
- - ¿Para?
- - Para nuestra portada en la web…
- - ¿Qué cosa?
- - La red, Araya, Internet… Y necesito un mensaje suyo, de audio, para primera plana…
- - ¿Pero qué quiere que les cuente? ¿Que anduvimos sucios, hambrientos, con olor a chancho y con calor infernal por sesenta y ocho días? ¿Qué nos pusimos locos, que a veces dudamos de la existencia del Santísimo?
- - No se preocupe, ¡eso no le interesa a nadie! Lo que tiene que contar a la gente le decimos nosotros, acá lo tengo todo ya escrito…
- - Oiga, Corvalán, si quiere saber la verdad, es que bajamos y subimos del infierno…
- - ¡Increíble!… - ¿cómo lo sabía?
- - ¡No entiendo!
- - Le explico: el mensaje suyo, es decir, el que Apple le escribió para ud. se lee así – “Si algún dia tengas que bajar al infierno, no te olvides de tu Iphone – tu garantía on-line para un retorno seguro!” – Qué le parece - ¿en el blanco, no?
- - Bromistas, uds, eh? Además eso seria una mentira, los celulares se apagaron, todos…
- - Claro, porque no tenian un Iphone…
- - Escúcheme, Corvalán, me cuesta hablar, yo quería guardarme unas palabritas para agradecer en la misa, con mis compañeros…
- - Claro, fotos de la misa, ¡excelente idea! Los creyentes de América se pondrán contentos que uds. adoran su mismo Diós…
- - De eso no estoy seguro…
(voz femenina al fondo: ´Samuel, ahora sí habla un argentino!´…)
- - ¿Está ahi todavia, Araya?
- - Si, pero me llaman de Buenos Aires por el celular, el Boca viene a jugar con el ColoColo para prestarnos un homenaje… Y Real Madrid también…, quieren que nos vayamos todos a España – Por encima presionan, quieren comprar nuestra história p´á una película de Joliú, ¿cachay? Nos estamos poniendo locos… O es que nos están poniendo locos… La verdad es que no entiendo nada - ¡treinta años en la mina y ningun cabro se interesó, y ahora todo ese almacén!
- - ¡De argentinos metepatas entendemos nosostros, los cubanos! … ¿Llaman al Iphone, por lo menos?
- - No, ya le dije que el Ái… , bueno, el celular mágico, suyo, no lo so saqué de su caja…
(suspiro enojado al otro lado)
- - … Y, oiga, ¡eso de los “metepatas” no es cierto! Verdad que acá no los quieren mucho a los hermanos, pero nunca nos olvidamos que los porteños recibieron de brazos abiertos a miles de chilenos cuando el pinocchio, aquel, desató la matanza por acá…
- - De eso no entiendo, Araya... Ahora repita: “Si algún día tengas que bajar al infierno…”
- - Ya veo que de infiernos no se enteró mucho, Corvalán…
- - ¡Araya!
- - Oiga, Corvalán, tengo que acostarme, a las ocho de la mañana viene el psicólogo, por las reacciones adversas…
- - ¿Qué pasó?
- - Es que seguimos en la mina, ¿me entiende?
- - Está bromeando, Araya, ¡si yo lo vi a ud. en vivo, saliendo de la cápsula!
- - Verdad, lo vió bien, pero también es verdad que no salí…
- - ¿Por casualidad insinúa que estoy loco?
(risas también elocuentes; de Araya)
- - Mire, Corvalán, eso lo llaman de “pos-evento”… Estrés pos-traumático, si me entiende… Seguimos en el fondo de la mina… A veces eso me confunde, y por eso viene el psicólogo ayudarme para subir a la superfície… A cada día unos metros, ¿se entiende?
(silencio, constreñimiento)
- - ¿Hola, Corvalán?
- - Araya, veo que ud. se merece unas vacaciones…
- - ¡Pues eso le decía yo!
(voz femenina, ahora encolerizada: ¿Qué caray quiere ese gringo que no te deja en paz, Samuel? ¡Dame ese teléfono!...)
- - Araya, ¿qué pasa?
- - Escúcheme, señor, acá le habla la señora Araya…
- - ¡Mucho gusto, señora! Veo que su marido está estresado y le pido que insista, porque solo falta grabar el mensaje sobre el infierno…
- - Pues le habla una esposa chilena que se arrodilló setenta días por su marido en frente a la Pachamama. Son uds. que lo ponen estresado, y ahora le pido con educación - ¡vayase ud. al infierno - lo comprendió bien, míster!
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