07 dezembro 2013

Tributo a Nelson Mandela, último herói do séc.XX


O poema que inspirava Mandela 
Quando aprisionado em Robben Island, onde cumpria pena de trabalhos forçados, o líder sul-africano, símbolo da luta contra o Apartheid, encontrou nas palavras de Henley a esperança e a força necessárias para manter-se vivo. Mandela conta que toda vez que começava a esmorecer, lia e relia o texto, em busca de um "companheiro" para a dor.
‘Invictus’ é um pequeno poema vitoriano de autoria do poeta inglês William Ernest Henley. Foi escrito em 1875 e era o quarto de uma série de poemas intitulados ‘Life and Death (Echoes)’. Originalmente ele não possuía título e as primeiras edições continham apenas a dedicatória ‘To R. T. H. B.’ uma referência a Robert Thomas Hamilton Bruce, um escocês mercador de farinha e padeiro de sucesso e também um mecenas literário.
Invictus
William Ernest Henley
Out of the night that covers me,
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul.
In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed.
Beyond this place of wrath and tears
Looms but the Horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds and shall find me unafraid.
It matters not how strait the gate,
How charged with punishment the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.
Tradução
Dentro da noite que me rodeia
Negra como um poço de lado a lado
Agradeço aos deuses que existem
por minha alma indomável
Sob as garras cruéis das circunstâncias
eu não tremo e nem me desespero
Sob os duros golpes do acaso
Minha cabeça sangra, mas continua erguida
Mais além deste lugar de lágrimas e ira,
Jazem os horrores da sombra.
Mas a ameaça dos anos,
Me encontra e me encontrará, sem medo.
Não importa quão estreito o portão
Quão repleta de castigo a sentença,
Eu sou o senhor de meu destino
Eu sou o capitão de minha alma.

06 dezembro 2013

Frederico Füllgraf: Biobío, La Vida Mía








Fotografia: F. Füllgraf
Locação: Yumbel (Biobío) Chile.



Para Dueña Berta (¡92 años de vida!) con muuuuchas gracias
por su divino Arvejado servido en su centenária cocina  - ¡volveré!


Sobre trilha sonora de "La Vida Mía", de Leda Valladares

Sale el sol, sale la luna, la vida mía
con su vajilla de plata, la vida mía
una madejita de oro, la vida mía
del lindo sol se desata, la vida mía.

Yo soy paloma del cerro, la vida mía
que voy bajando a la aguada, la vida mía
con las alitas la enturbio, la vida mía
por no tomar agua clara, la vida mía.

Palomita, palomita, la vida mía
paloma del palomar, la vida mía
todas salen, todas entran, la vida mía
todas salen a volar, la vida mía.

Las estrellitas del cielo, la vida mía
forman corona imperial, la vida mía
y sola en medio del campo, la vida mía
vidala quiero cantar, la vida mía.

Homenagem Cidade de Tucumán, Argentina, 
a Leda Valladares







Leda Valladares: Canción de la mirada

Foto: diulgação


Somos si tenemos quien nos mire.

Soy la mirada
melancolía
sobre las calles
de la vida

Soy la mirada
en el vacío
cuando la vida
me da frío

Yo necesito
una mirada
a fuego lento,
enamorada

Cuando me mira
recuerdo mi alma
como un aliente
de amar agua

Soy la mirada
entrando lejos
como un afiebro
de misterio

El amor viene
de una mirada
como el olvido
de una nada

Yo necesito
una mirada
a fuego lento,
enamorada.


¿Qué he sacado con quererte?

Divulgação

¿Qué he sacado con la luna
que los dos miramos juntos?
¿Qué he sacado con los nombres
estampados en el muro?
Como cambia el calendario,
cambia todo en este mundo.
¡Ay, ay, ay! ¡Ay! ¡Ay!


¿Qué he sacado con el lirio
que plantamos en el patio?
No era uno el que plantaba;
eran dos enamorados.
Hortelano, tu plantío
con el tiempo no ha cambiado.
¡Ay, ay, ay! ¡Ay! ¡Ay!


¿Qué he sacado con la sombra
del aromo por testigo,
y los cuatro pies marcados
en la orilla del camino?
¿Qué he sacado con quererte,
clavelito florecido?
¡Ay, ay, ay! ¡Ay! ¡Ay!


Aquí está la misma luna,
y en el patio el blanco lirio,
los dos nombres en el muro,
y tu rastro en el camino.
Pero tú, palomo ingrato,
ya no arrullas en mi nido.
¡Ay, ay, ay! ¡Ay! ¡Ay!
(Violeta Parra)

Interpretações: Violeta Parra, Pedro Aznar